Soy una colección de agua, calcio y moléculas orgánicas llamado Carl Sagan. Tú eres una colección casi idéntica de moléculas con una etiqueta colectiva diferente.1Como Sagan, la mayoría de la gente cree que son su cuerpo. Así que si les preguntas quienes son, piensan y te contestan en términos de etiquetas que identifican al cuerpo. “Soy Susana. Soy rubia, tengo 29 años, soy madre y todavía mido ¡90-60-90!” “Soy Enrique. Soy un hombre Americano blanco y orgulloso de serlo” “Soy Juan. Soy un abogado. Tengo 40 años y volviéndome mas viejo cada día” “Soy Alicia. Soy una joven blanca estudiante. Estoy gorda y soy metodista.” Nombre, raza, edad, sexo, religión, nacionalidad, ocupación, estatura, peso, y demás—todo esto son etiquetas del cuerpo. Por lo tanto si tú consideras que tu cuerpo eres tú, automáticamente identificas a tu ser con estas designaciones. ¿Pero es el cuerpo realmente el ser? ¿Eres realmente tu cuerpo? Déjame hacerte algunas preguntas sencillas: ¿Existes en este momento? ¿Existías hace cinco años? ¿Tú eres tu cuerpo? La mayoría de la gente contestaría “sí” a las tres preguntas. Pero si tú identificas al cuerpo como tu ser, y simultáneamente aceptas que existes ahora y que también existías hace cinco años, entonces tienes un problema: El cuerpo que tenías hace cinco años, hoy no existe... Hay una dinámica producción de átomos y moléculas que construyen al cuerpo. No hay una sola partícula de materia- ni un átomo- presente en tu cuerpo de hoy que haya estado presente hace cinco años... El cuerpo que tienes hoy, no es el mismo cuerpo que tenías hace cinco años... el cuerpo que tenías ya no existe. La colección de átomos que aparecen como carne, huesos, sangre, pelo, y etc., ya no existen. Pero tú todavía existes...